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lunes, marzo 28, 2005

Bloody Cheilah

Es lunes, pero te paras a pensarlo y no lo parece. Parece sábado o domingo, como mucho. Es mas: hace tres o cuatro botellas de Vodka era viernes, y no hace tanto de eso. Era viernes y nos habíamos ido el Serdo y yo a buscar a la Cheila bilbaina, es decir, al Twiggy, a la estación de autobuses de Nord, que venía para tres dias. El planteamiento inicial era simple: son las seis de la tarde y este colocón que estamos cogiendo ahora y que inaugura el finde nos tiene que durar al menos doce horas mas, las seis de la mañana es una buena hora para empezar a despejarse, que mañana es otro dia y hay que colocarse un poco mas. Al final fueron catorce o quince horas, que cuando te pones a acumular experiencias psicotrópicas la tendencia natural es siempre al alza. A partir de ahí, todo sucede muy rápido y pasas de ver a tres tios -dos de ellos sin depilar- bailando en plan cheila sin camiseta en una habitación con una vela y un disco de Prodigy (¿o era Ministry?) sonando a toda pastilla a encontrarte con el Jesucristo Colegui de Dogma paseando su culo por un bar del Poblenou, bar que por cierto tenía una foto del Miguel Bosé autografiada y colgada en la pared... La situación es esta: tres chavalotes salen de fiesta por Marina, la zona mas calimochera de Barcelona. Borrachos, drogados, alterados... buena gente! De repente se encuentran en un bar al que han llegado por inercia, despues de haberse bebido la botella de vodka que habían comprado para esa tarde, de haber fumado hachis, de haber fumado salvia y de haber improvisado cubatas de Malibú con Seven Up porque no nos quedaba mas vodka ni mas RedBull. En ese estado nos desplazamos por inercia al Loft, pero nos paramos antes en el bar calimochero de enfrente para hacer otro cubata, no vaya a ser que nos despejemos. En ese estado estábamos cuando vimos a ese tipo vestido a lo Matrix: Gabardina de piel negra, pantalones de cuero y botas, con las greñas y la expresión del Jesucristo colegui, resucitado en semana santa para traernos la fe y el catolicismo guai. Era Neocristo y a lo mejor se había traido a Trinity Magdalena y a San Morpheo... Con ciertos colocones no se pueden ver ciertas cosas muy fijamente, de modo que antes de que aparezca Judas vestido de Agente Smith giramos la vista hacia otro lado y nos encontramos de frente con esa foto autografiada... ¿pero que clase de pervertido exhibe con orgullo un autógrafo del Miguel Bosé? No me gusta decirlo, tios, pero este sitio puede conmigo, me está entrando miedito, jijiji, :****, de modo que vamos a entrar al Loft antes de que otra visión perversa se materialice.

Recuerdo haber estado entrevistando a gente con un dictáfono, Twiggy llevaba un dictáfono y ese es justo el complemento que se necesita para acercarte a la gente que no conoces y decirles "Hola, soy doctor en periodismo, y este es mi abogado que vieneeeeeeeeeee.... conmigo". Lo bueno de este lugar es que interactuas con la gente: interactuas con el segurata que te dice que salgas a la terraza a fumarte el porro, interactuas con la gente que se está colocando en la terraza, interactuas con un tipo que quiere partirte la cara por haberte morreado con su novia... fue ella la que me metió la lengua hasta el hipotálamo, puto cornudo... interactuas mucho, entre bailecito y bailecito de sesión de Techno no haces mas que interactuar y zorrear por toda la sala, y sales afuera y sigues interactuando con la gente que va camino de la churrería, con el moro que vende cervezas a un euro y con el puto loco que le está intentando robar la bicicleta. Al final te miras la cara y tienes unas ojeras como si llevases 14 horas de colocón, de modo que te vas a dormir un rato para estar en forma y seguir colocándote e interactuando un poco mas.

El sábado queríamos ir al Loops, pero la cosa se nois torció porque empezamos a colocarnos muy pronto en casa de Lola McNamara y despues de un par de cachimbas, de habernos bailado dos veces la sesión de 2manyDJs, de inventar un nuevo cóctel de fresa al que llamaremos Bloody Cheila y de que alguien se estampase contra una mesa en su propia casa haciendo Kung-Fu, cogimos el metro y tras habernos pasado cuatro o cinco paradas hablando amistosamente con un negro de Manchester que iba totalmente cocido buscando el Jamboree, le dimos la espalda un momento y estaba discutiendo violentamente con el segurata... Ahí te quedas con tu discusión, colega, no es nuestra. Maldito cabrón, le echaré de menos.

De ahí al Phonphone y Lola se había quedado atrás, en casa con un tremendo pedal, pero Cristina venía con nosotros... y también unas cheilas de L.A. que no recuerdo en que momento se habían unido al grupo. Yo solo se que la sesión era tremenda y estábamos bailando ese House de Fashions que pinchan allí cuando a un lado tenía a Debbie Reynolds y al otro a Avril Lavigne... y que estaban con nosotros. Iban colocadas, borrachas, buena gente. Las perdimos en la cola del Apollo y aun no recuerdo muy bien como vinieron ni como se fueron, pero decían algo de un tren que iba a Paris... Malditas cabronas, las echaré de menos... como al tipo al que le dijimos que Twiggy era mi abogado y se puso a contarle que tenía un juicio pendiente. Iba tan empastillado que no sabíamos muy bien si se había tomado la cosa a cachondeo o lo de este es mi abogado le había parecido una provocación y se había ofendido. Menos mal que tenemos práctica en tratar con gente drogada y sabemos como hacerles saltar de un estado de ánimo a otro, de modo que no costó mucho ponerlo de nuestra parte otra vez... Y todo porque había venido a decirme que le gustaba el logo de Atari de mi camiseta. Maldito cabrón.. le echaré de menos. A partir de ahí, techno, techno y mas techno.

Cuando Cristina se fue, necesitábamos algo para llenar el hueco que nos había dejado, de modo que robamos una silla en una terraza de Via Laietana. Solo íbamos a cambiarla de acera, pero al final nos la subimos a casa y ahora es una mas de la familia. Es una de esas sillas plateadas de terraza que no pega con el resto de los muebles, pero como el resto de muebles tampoco pegan entre si tampoco tiene demasiada importancia. Además es cómoda, se va a quedar aqui una buena temporada.

El domingo nos enfrentamos a un terrible dilema existencial. Despues de meternos una paella de microondas, nos dimos cuenta de que no quedaba salvia, nos la habíamos fumado toda, y quedaba el costo justo para hacer dos canutos rácanos o uno muy cargado. El clásico dilema del último trozo de postura de costo que se veia agravado por el hecho de que no teníamos papel para liarlo. Podíamos acercarnos a las Ramblas a comprar, claro, pero era mucho palo en nuestro estado de resaca, o tambien podíamos ver Miedo y Asco en Las Vegas una vez mas y verla serenos... ¿serenos? jamás he visto esa película sereno, pero seguro que pierde toda la gracia. Es demasiado legendaria como para estropearla así, de modo que vamos a trocear el costo que nos queda bien troceadito en la tabla de la cocina y a disolverlo en un yogur de piña que nos comeremos a continuación. Yogú con tropezones, el alimento de los campeones.

No lo habíamos probado nunca, pero realmente coloca. Sobretodo si lo acompañas de unos Bloody Cheilas bien cargaditos de vodka con sabor a fresa. De ahí al Loops, por fin, que llevábamos casi un año deseando volver y aunque estaba medio vacío había un ambiente de lo mas chanante, empezando por la señorita que nos invitó a Chawen de ese que se deshace solo cuando le dije que en diez minutos empezaba a prostituirme por drogas, siguiendo por el amigo Jose que tiene esa bendita costumbre de emborracharnos, la otra señorita que nos llevó a la estación de tren y la visión perversa con voz de cazalla que se nos quería tirar a los tres, a la vez a ser posible, que salen las cuentas justas.

Al final hemos sacado dos conclusiones de todo esto: 1) hay que repetir esta fiesta en Bilbao y 2) necesito un dictáfono, pero ya, que si no tengo que escribir de memoria y con el proceso de matar neuronas al que nos estamos sometiendo se me olvidan un montón de detalles tan estúpidos como importantes. Maldito cabrón... le echaré de menos.

Comments:
Inconmensurable:"" habernos bailado dos veces la sesión de 2manyDJs, de inventar un nuevo cóctel de fresa al que llamaremos Bloody Cheila y de que alguien se estampase contra una mesa en su propia casa haciendo Kung-Fu, cogimos el metro y tras habernos pasado cuatro o cinco paradas hablando amistosamente con un negro de Manchester que iba totalmente cocido buscando el Jamboree, le dimos la espalda un momento y estaba discutiendo violentamente con el segurata... Ahí te quedas con tu discusión, colega, no es nuestra. Maldito cabrón, le echaré de menos. ""
Y a todo esto... haced la jodida fiesta en Bilbo, dadme un poco'notice y me pillo un vuelo el viernes por la tarde y allá que me presento... cagontó!!!
 
Al Twiggy hay que quererle, si es que no se puede hacer otra cosa!!!

Y sí... avisen de la reunión en Bilbo, que estas cosas merecen visitas extraordinarias! ;-)
 
Al Twiggy hay que quererle, si es que no se puede hacer otra cosa!!!

Y sí... avisen de la reunión en Bilbo, que estas cosas merecen visitas extraordinarias! ;-)

-Bruji-
 
Aii mi querido 2pac, como me alegro de ver que las cosas le van tan bien.
No se lo imagina.

Le leo y me entran unas terribles ganas de ponerme a saltar como una loca sin remedio.
 
Eso eso, la próxima en Bilbo!! Quién se lleva a la gorda borracha para que sodomice a la Susia?

Besukis de fresa caballero ;*******
 
Estoy muy cabreada con este ulto ciber.
Acababa de escribir un bonito texto en el que explicaba que si me caí fue porque quería, que es que yo practico la caída libre sobre mueble y que si me quedé en casa fue porque debía meditar y que mejor manera de hacerlo que alternando el baño y la cama (mientras toda la habitalción da vueltas a tu alrededor). Pues sí, todo eso había escrito con el gracejo que me caracteriza cuando de repente la pantalla se apaga y todo se va a la mierda.
Bueno, me apresuro a enviar esto y a largarme de aquí. Vaya jerna de sitio.
Reciba un besazo, amigo 2pac.
;P
 
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