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lunes, enero 31, 2005

Vivir deprisa

Hay una edad para cada cosa... O al menos así lo dicen las leyes, las tradiciones y el saber popular, lo cual no significa que sea completamente cierto. Tampoco es que sea completamente falso, claro, lo que si es seguro es que no debiera tomarse al pie de la letra. Y menos en la época actual.

Yo debía tener unos 20 años cuando conocí a mi amigo J. J Trabajaba de recogevasos en una disco los fines de semana y en un restaurante de lunes a viernes. Vivía solo porque no se llevaba muy bien con sus padres y parecía manejarse bastante bien con todo. Lo anecdótico del caso es que por aquel entonces J tenía 15 años. Había vivido deprisa.

No dejaba de ser un crio, claro, y ni siquiera intentaba aparentar mas edad ni comportarse como un adulto, simplemente se vió forzado a espabilarse solo por las circunstancias y salía del paso como podía. Yo no había llegado a esos extremos de precocidad, pero también sabía lo que era rodearte de gente mas mayor que tu e intentar moverte en su entorno, de modo que le traté como a un adulto mas del grupo y nos hicimos amigos. Todavía lo somos y nos vemos de vez en cuando.

Una noche que nos fuimos de fiesta y J venía con nosotros, alguien hizo el típico comentario de "¿como es que sacais de fiesta a ese crio?". Me dió por reirme, claro, porque era J quien conocía el local al que íbamos y porque el comentario venía de quien venía. Era el Javi, un tipo que a los 24 años llamaba a su madre el sábado por la tarde para decirle que no iría a cenar. Pero como tenía 9 años mas que J, se debía creer que era mas digno de venir de fiesta con nosotros.

El ejemplo inverso me lo he encontrado muchas mas veces, claro. Tipos que a los veintitantos dependían de sus padres para las decisiones mas triviales y que casi pedían permiso para ir a mear, gente que a los treintaytantos no es capaz de vivir sola durante un par de semanas sin morirse de hambre, gente que hace muchos años que tiene la edad para votar y aun así lo único que hacen es coger la misma papeleta que el resto de su familia sin haberse cuestionado ni una sola vez porque lo hacen... El mundo está lleno de gente que vive muy despacio, aunque yo -en mi egocentrismo- no lo llamaría vivir, precisamente.

J es -posiblemente- el caso mas exagerado de vivir deprisa que he conocido, pero hay muchos mas, incluyendo el mio. Somos la gente que a los 16 ya nos sentíamos capaces de mantener una conversación de igual a igual con alguien que te dobla la edad -El truco consiste, simplemente, en que ambas partes hagan un esfuerzo por entenderse- o que simplemente hacíamos ciertas cosas antes de la edad a la que se supone que deberíamos hacerlas. Ahora lo pienso friamente y veo que no hay nada de extraño en ello. La mayoría de los acontecimientos suceden cuando suceden y te pillan con la edad que te pillan, puedes amoldarte a ello o esperar. La decisión es tuya y en la mayoría de casos, lo que hagas depende mas de ti que de la edad que tengas en ese momento.

Si eres un lerdo, lo eres a los 10, los eres a los 30 y lo serás a los 150 como no espabiles. Si tienes un poco de cabeza, la tendrás en cuanto tengas algo de autonomía. Tu edad no es mas que una cifra que empieza el dia de tu cumpleaños y dura 365 dias, el resto depende de ti y de tus circunstancias.

lunes, enero 24, 2005

Kalimotxo Gran Reserva

Retrocedamos un poco en el tiempo, solo unos dias... Es viernes por la tarde y estoy trabajando. Ya me jode bastante que me toque comerme un marrón como el que me ha tocado un viernes por la tarde en el que debería estar en casa dedicándome al apacible arte del masaje genital, pero es que encima me ha tocado comermelo en una nave industrial en el culo del mundo llena de tipos con camisa a cuadros y corbata. Como si fuera normal meterse en un sitio así y que no te de asco, hombre.

Mientras estoy intentando pelearme con direcciones IP, cuentas de usuario, dominios y parches de seguridad que nunca se instalan a la primera les voy oyendo hablar... siempre me ha llamado la atención como hablan los tipos que de forma vocacional se ponen corbata para trabajar, sobretodo los comerciales. Los veo ahí, alienados, cada uno en su mesa, en una nave llena de habitáculos de 2x2 separados por biombos de aglomerado, con el pinganillo del teléfono en la oreja y todos vestidos igual y no puedo hacer mas que dar gracias a dios o a quien sea por no haberme hecho así... y sin embargo ellos te hablan como si estuvieran convencidos de que dan envidia: gesticulando, dando voces, haciendo chistes malísimos, tomándose confianzas que no les he dado... menos mal que tengo años de oficio en esto y se cuando he de poner la cara de mala ostia adecuada para que no me molesten.

Al final acabo, un poco mas tarde de lo previsto, y me vuelvo a Barcelona en tren. Aliviado por perder de vista ese horrible lugar, me voy quitando la cara vinagre y recuperando mi verdadera personalidad. Llamo al Serdo, que había quedado con él hacía 15 minutos y le pido que me haga el favor de ir a buscar a Punkiti a la estación de Sants, que yo voy a llegar un poco mas tarde por culpa de unos tios con corbata que hablaban de fútbol. Llamo a Punkiti y le digo que yo llegaré a las llego-tarde-pero-tampoco-tan-tarde y ella me dice que me espera una sorpresa cuando llegue.

En veinte minutos paso de estar estresado y de mala ostia a estar jodidamente contento. Hace cuatro dias nos pusimos a improvisar un viajecito a Barcelona para juntarnos en mi casa y hacer el descerebrao una vez mas... ha pasado demasiado tiempo desde la última en Madrid.

La sorpresa es que esta vez se nos ha unido el famoso Niño Entrecot, de cuya existencia empezábamos a dudar por la cantidad de veces que se había escaqueado vilmente . La cosa promete, de modo que vamos a empezar a tajarnos un poco para ir rompiendo el hielo antes de ir a buscar al maZinger y completar el cuadro. Nos metemos en un árabe de esos que huele a fritanga desde tres calles mas abajo (aunque hoy compite con el pestazo a palomitas del cine Balañá) y empezamos a recuperar el tiempo perdido... cinco cervezas cada uno en media hora, brindo por ello.

La primera animalada oficial viene cuando recogemos al maZi, claro... de la emoción de verse cara a cara con el Pau empiezan a correr los abracitos, los abráceme mas fuerte caballero, los sáquese usted la ropa y verá como le abrazo y en un momento se quedan los dos en gayumbos en las escaleras de la estación Nord... si, si, justo delante de la comisaría

No hemos hecho absolutamente ningún plan. No sabemos si saldremos de fiesta o nos quedaremos haciendo el friki en casa, de momento vamos dejando el equipaje y empezamos a liar los primeros canutos, que son los que mejor suben. Precisamente para que suban y deslisen de lokos vamos a empezar haciendo unos mariachis con los últimos restos de superskunk del amigo Ripy y un Chawen selecto que ha traido el Masis que se deshace sin quemarlo... tenemos una habitación grande habilitada como chillout, cojines por el suelo, una cosa de esas con velas aromáticas para dar ambientillo, un montón de música rara, cerveza, tabaco, papel de liar, costo Chawen y dos tipos de maría diferente... ¿que mas se puede pedir?

A partir de ahí recuerdo cosas dispersas, lo cual me lleva a la conclusión de que a lo mejor me coloqué mas de lo que pensaba. Recuerdo que se acabaron las latas de Estrella Dorada y que alguien sacó la mediana que guardo en la nevera, la famosa mediana caducada desde abril del 2000, pero que tenía cuerpos extraños flotando y una cosa que parecía un ente de otro planeta y que nadie tuvo webos a bebérsela -somos descerebraos, no gilipollas- de modo que vuelve a estar en la nevera, posiblemente por otros 5 años a ver hasta donde puede llegar a corromperse. Ya da miedito mirarla, jijijijiji, miedito, jijijijijiji, vesukis, somos unas cheilas con Raybans.

No recuerdo mucho mas del viernes -tal es mi grado de empanamiento cuando voy fumao- excepto que acabamos viendo Miedo y Asco en las Vegas -algunos por tercera vez, otros por décima- con un colocón considerable. Es una gran película para verla fumao o puesto con cualquier sustancia que altere tu percepción y en compañía de los mejores amigos frikis que tengas. La escena de la toalla en la cabeza puede marcar un antes y un despues en tu vida.



El sábado por la mañana, despues de maldormir un rato, Pau nos abandona por causas de fuerza mayor y me doy cuenta de que el Serdo no ha dormido aqui con nosotros (si, si, ya he dicho que iba empanao). De modo que se queda la creme del frikismo psicotrópico y nos dedicamos a seguir bebiendo y a fumar mas canutos, no sin antes comernos unos trozos de pizza tarradellas, que no todo va a ser vicio. Miramos fotos retro, escuchamos música bizarra y vinilos raros, cosas que acompañen el colocón que empezamos a coger de nuevo. En un momento montamos una sesión en la que desfilan rarezas del reggae de los 70 como Yellowman and Fathead, un chino y un negro que cantan algo así como bam bam bidilong bam bam y que se te mete la tonadilla en el hipotálamo para siempre, la rapeada de Divine en Native Love, los Fat Boys haciendo ritmos con la boca -hip hop para frikis-, Apache Indian (el Ali G de la india), los Residents... y no se en que momento hemos cambiado de habitación y estamos en otra bailando con las Raybans puestas, haciéndonos fotos y cambiándonos de ropa ¿somos acaso unas cheilas? jijijiji, vesukis, jijijijijiii

Resulta curioso que con solo tres personas se monte una fiesta tan grande como la que llevábamos, de modo que empezamos a llamar a gente por messenger y a hacer trenecitos por la cam... con una toalla en la cabeza, claro, que si no no es lo mismo. Al otro lado están Lince, Isthar y Kaitor, supongo que flipando un poco con las cosas de fumaos que hacemos. Parece que no, pero dan ambientillo a la fiesta. Brindo por ello.

Al cabo de un rato, aparecen Serdo y AidaWolf -que nunca había venido antes, pero es bienvenida- y nos encontramos con un problema logístico porque el nivel de cerveza en la nevera empieza a bajar de forma alarmante (juraría que teníamos 12 latas hace un momento) y se nos pude pasar la tajada en cualquier momento, de modo que se requiere una solución de emergencia . es la hora de coger las botellas de Rioja que la empresa me ha regalado por navidad y darles el uso que se merecen. Empezaremos con un calimocho de Marqués de cáceres del 94 con cocacola light, que somos cheilas pero selectas.

La cocacola se acaba y bajamos Punkiti y yo a buscar, tardamos un rato porque por el camino aprovecho para enseñarle donde cae el Salvation, saludamos al videomatón de BCNTV -que el hijoputa no funciona y se nos traga un euro- y nos volvemos a cambiar de ropa antes de volver... bueno, como no tenemos ropa a mano para cambiarnos ella se pone la mia y yo la suya, y nos queda divina de la muelte como cheilas selectas que somos, jijijiji vesukis jijijijijiji al volver los otros tres llevan ya un pequeño puestón (excepto el maZi, que lleva uno de los grandes) y no se dan cuenta del detalle de la ropa. Es igual, mejor todavía, que siga corriendo el THC aunque tardemos media hora en abrir una botella de vino....



Que difícil es contar estas cosas... aun no voy ni por la mitad

viernes, enero 21, 2005

Back in the days (I)

A los 17 años empecé a trasnochar... bueno, casi puedo decir que de los 17 a los 18 no dormí y no estaría exagerando demasiado. Fue un año de los que recuerdo intensamente: en vez de estudiar y labrarme un futuro, me dedicaba a trabajar de dia en una imprenta y a pinchar discos por la noche en una radio pirata con mi amigo el Sanda (alias Toni el Sandalio). Ya estudiaría mas adelante, me lo pasaba demasiado bien haciendo el canelo de esta forma como para empezar a pensar en labrarme un futuro.

El caso es que empecé a no dormir, me levantaba sobre las 7 para ir a trabajar y normalmente me había acostado a las 4 de la mañana como poco. Las peloteras que tenía con mis padres eran de juzgado de guardia, claro. Los pobres en su cándida inocencia paternal pensaban que todo aquello sucedía porque me había juntado con malas gentes, que me inducían a trasnochar y yo me dejaba llevar porque era así de borrego. De modo que, al final, tras unas cuantas discusiones empezamos a negociar e hicimos un trato: mientras fuese a trabajar a mi hora, podía hacer lo que me diese la gana por las noches. Estaban convencidos de que no sería capaz de aguantar ese ritmo durante mucho tiempo y llegaría un momento en el que me dejaría de malas compañías y aceptaría un horario mas normal... Es lo que tenían mis padres, que no es que fueran de otra generación, es que eran de otro planeta.

Lo que mis padres no sabían, era que la mala compañía era yo. Era yo quien no dejaba dormir a nadie y quien liaba al Sanda para poner en casa de su abuela un par de Technics y una emisora de FM Sales kit. Era yo quien empezaba a desarrollar una hiperactividad mental que aun no se controlar.

Fue una época de lo mas divertido, por lo surrealista de la situación. Empezamos juntándonos en la casa de la abuela del Sanda al salir del instituto y , entre otras cosas, poníamos música y hacíamos cosas de adolescentes descerebrados. Lo de poner música empezó a gustarnos y metimos en una habitación que la buena mujer nos cedía (para que no andásemos delinquiendo por ahí) un equipo de DJ bastante apañao entre los platos de uno, el ampli de otro y los altavoces de otro. La pobre mujer no decía nunca nada, debe ser porque estaba un poco para allá y porque le hacíamos compañía aunque el cabrón de su nieto le hubiera puesto un pestillo a la habitación.

La cosa empezó a gustarme, y dejé el instituto para empezar a trabajar y comprarme un par de technics y discos, los maxis de importación eran muy caros y todavía no había redes peer2peer donde conseguirlos gratis, de modo que empecé a trabajar de dia en una imprenta para poder llevar siempre una maleta con vinilos. Mi familia flipaba conmigo, pero yo flipaba mas aun con todo lo que estaba descubriendo.

Una tarde que estábamos inspirados, se nos ocurrió la tontería. El sanda era mas mayor que yo y había hecho la FP en electrónica, yo tenía algunas nociones y los dos teníamos ganas de hacer cosas raras. Habíamos oido hablar de unas emisoras de radio FM que se vendían por componentes y te tenías que construir con paciencia y un soldador. Su principal utilidad era didáctica y aparte de esto no servían para mucho mas, como mucho para emitir desde la cocina al comedor... pero siempre podíamos intentar trucarla de alguna manera para llegar mas lejos. Nos emocionamos pensando en sus posibilidades, fuimos ese mismo dia a Onda Radio y compramos una entre los dos. Creo que costaba unos cinco talegos de los de 1989, recuerdo que nos quedamos en la ruina.

Tardamos un par de dias en montarla. Era una caja metálica horrible con un botón de encender/apagar, un minijack de entrada de audio y una salida de antena. Emitía en mono, a 1 watio de potencia y podía utilizar cualquier cosa metálica como antena emisora. Para ajustar la frecuencia de emisión había que abrirla y darle vueltas a un trimmer hasta dar con el dial en el que querías emitir. Además, se desajustaba solo y cada dos o tres dias había que volverla a abrir y volver a ajustarlo a mano, pero todo eso nos daba igual, nos sentíamos como si estuviéramos haciendo algo jodidamente grande. Éramos los científicos locos del barrio. La primera vez que pusimos un disco y lo escuchamos a través de la radio tuvimos la sensación de ser los putos amos del universo Hertziano.

Encontramos un punto libre en el dial, cerca de donde ahora cae Flaix FM, y decidimos instalarnos ahí como okupas de las ondas. Solo faltaba saber hasta donde podríamos llegar, de modo que -en nuestra santa ingenuidad- sacamos la antena por la ventana y salimos a la calle con una radio para medir nuestro alcance. No se puede decir que caminásemos mucho, lo cierto es que no llegábamos ni a la esquina.

Le dimos vueltas al tema durante semanas y despues de algunos falsos intentos bastante anecdóticos, tales como utilizar las tuberías del agua como antena -lo cual parece una tontería, pero ganamos media calle mas- o intentar emitir a través de la antena colectiva de TV -con lo cual al menos nos asegurábamos la audiencia, porque salíamos en todos los canales de todas las teles del bloque- llegamos a la conclusión de que se necesitaban dos cosas: potencia y antena. Buscamos información en las bibliotecas y aprendimos un poco del tema. Al final conseguimos construir una antena mejor, a base de copiar las dimensiones de una antena de verdad y reconstruirla con barras de aluminio. Ganamos 5 calles solo con eso.

Finalmente, compramos otro aparato Sales Kit: un amplificador de potencia para emisoras de radioaficionado y walkie-talkies que -debidamente modificado- transformaba la salida de 1 watio en 30. Aquello lo mirabas y era un gadget digno de aparecer en un episodio de El Equipo A. De una minicadena Hi-Fi salía un cable que iba a parar a una caja negra que se suponía que era un emisor, de ahí a otra caja negra que era el ampli y del ampli salía un cable por la ventana que terminaba en una antena hecha a base de barras de aluminio, silicona y cinta aislante. El aspecto era demencial, pero esta vez necesitamos avisar a alguien con coche para ver hasta donde alcanzaba nuestra señal. No dábamos crédito a la animalada que estábamos haciendo. Desde un tejado cerca de la Sagrada Familia, llegábamos hasta el Guinardó hacia arriba, hasta Aribau hacia la izquierda, casi hasta la playa para abajo y mas allá de La Sagrera hacia la derecha. No se cuanto será en kilómetros, pero es mas o menos la tercera parte de una ciudad casi-grande como Barcelona. Me gustaría poder describir la euforia que alcanzamos en ese momento, pero es sencillamente indescriptible.

No teníamos ni idea de como se hacían las cosas en la radio, pero tampoco nos importaba demasiado, de modo que empezamos a emitir regularmente. En horario laboral dejábamos un walkman con una cinta dando vueltas constantemente y por la tarde desconectábamos el jack del walkman -cortando la emisión a saco- y lo conectábamos a la salida del mezclador. No teníamos unidades de efectos ni nada por el estilo, solo un una minicadena, un par de platos y un par de micros conectados directamente al mezclador. aquello era caspa-sound y, sin embargo, era increíblemente divertido e innovador. Poníamos la música que nos daba la gana, hablábamos de cualquier parida, hacíamos voces y nos inventábamos patrocinadores. Al principio, ni siquiera sabíamos si nos escuchaba alguien.

La música empezaba a ser uno de mis puntos fuertes, empezaba a gustarme de verdad y empezaba a entender un poco del tema: Acid, House, Deep House, Detroit, Electro... En una época en la que Tenesse era el grupo de quinceañeras por excelencia y Locomía representaba a la escena electrónica nacional, yo buscaba maxis de importación de Todd Terry y Kevin Saunderson. Daba asco verme, la verdad, todavía no me afeitaba y ya estaba intentando explicar las diferencias entre el House británico y el americano. Dicho así suena muy pedante, lo se, de modo que te voy a recordar que todo esto se hacía en la casa de una anciana sorda mientras su nieto se tiraba pedos por el pasillo.

Nuestro sonido era tan cutre como lo pueda ser el de dos teens que no tienen ni idea de lo que están haciendo pero se ponen a hablar por el micro y a pinchar discos en una habitación. Y encima emitíamos en mono y con un sonidillo característico a hojalata que debía venir dado por la cutrez de nuestros medios. Sin embargo, la música molaba bastante y no habían muchas emisoras de electrónica por aquel entonces, y sin darnos cuenta empezamos a tener algo de audiencia. Creo que al principio era solo la gente del barrio que nos conocía y le hacía gracia, lo cual hizo que nuestra popularidad subiese como la espuma, pero en algún momento la cosa se descontroló y realmente tuvimos gente que nos llevaba en el coche o nos escuchaba antes de irse a dormir. Nos dimos cuenta una noche que al Sanda se le fue la pelota un poco mas de la cuenta y desmontamos un teléfono para conectarlo al mezclador. Cuando subimos el único canal que quedaba libre y oimos el tono de la línea por los altavoces, se emocionó y no tardó ni medio segundo en dar el número por antena... y para nuestra sorpresa, el teléfono empezó a sonar.

A raiz de todo aquello, sucedieron bastantes cosas y vivimos una cantidad ingente de anécdotas de lo mas bizarro. Descubrimos que nos había escuchado gente de otras emisoras, nos invitaron a algún evento y conocimos a algunos famosos de caspa como el Fernandisco, montamos un par de fiestas en un par de discos y -finalmente- me ví pinchando en un after-hours cuando todavía me faltaban un par de semanas para cumplir los 18. Éramos "los de la radio" y no sabíamos ni como nos habíamos metido en ello... ni siquiera se puede decir que la radio nos apasionase, pero la gente se reia con las paridas del Sanda y bailaba al son de mi música. Ser popular a esa edad es una de las mejores cosas que pueden sucederte.

Al final la cosa se nos escapó de las manos y recibimos un aviso de la Guardia Urbana. La urbana siempre está ahí para joderte la fiesta, ya nos ha sucedido otras veces. No había denuncia y nadie iba a tomar medidas legales, pero nos dieron 15 dias para comprar una licencia de emisión -que ni de coña nos podíamos permitir- o cerrar el chiringuito. Aquello dolió, para que vamos a engañarnos, porque le habíamos cogido el gustillo y hasta estábamos aprendiendo a hacer cuñas y montajes, pero no quedaba otra opción que dejarlo. Desmontamos la emisora, el Sanda se fue a la mili y mis padres respiraron tranquilos pensando que me dedicaría a cosas de mas provecho...

Se equivocaron de lleno, claro. Parece mentira que la gente que te ha parido te conozca tan poco... yo tenía 18 años, una maleta de vinilos, un par de platos y había conocido a un montón de gente. Podía volver al instituto, seguir trabajando en la imprenta o irme a pinchar discos por las noches... ¿que habrías hecho tu?

sábado, enero 15, 2005

Incoherencia

Siempre he intentado mantenerme al margen de todos los topicazos habituales en la típica guerra de sexos. Del mismo modo que no aspiro a tener una maruja que me limpie la casa, también intento llenar mi vida de cosas que no sean fútbol y coches. Intento moverme por un territorio neutral en el que en vez de discutir sobre nuestras diferencias, seamos capaces de aprovecharlas de una forma mas... em... mas o menos gustosa.

El topicazo nace de la repetición o de la experiencia repetida. Tienes una pareja y te sale un poco golfa, luego tienes otra y te sale mas golfa todavía. Antes de que te des cuenta estarás sentado en un bar de divorciados despotricando de lo golfas que son las mujeres y ellas estarán despotricando de lo cerdos que son los hombres. ¿conclusión? podría decir que el problema es que a uno le gustan las golfas y a la otra los cerdos y quedaría como un maestro del topicazo recursivo, pero la verdad es que no tengo ni puta idea del tema, oiga.

Aún así, no hay manera de escapar completamente a esta guerra. A no ser que decidas ingresar en un convento y no relacionarte con nadie, y tampoco estoy mucho por la labor. De modo que a veces me veo salpicado o metido de lleno en estas guerras, o me sorprendo a mi mismo soltando un topicazo sin darme cuenta. Mujer tenías que ser, es que todas sois iguales... no me lo tengan en cuenta, al fin y al cabo no soy mas que un tio y los tios... bueno, ya se sabe como somos.

Como tio, detesto de forma espectacular a las mujeres incoherentes. Me refiero a esas que hoy te tratan como a la mejor persona que ha pisado este planeta para mañana despreciarte como si fueras un trozo de mierda. Ayer eras lo mejor que me ha pasado en mi vida, pero hoy sin motivo aparente te he cogido asco. Esto va a ser alzheimer, lo siento por ti, guapa. A veces este comportamiento es culpa nuestra, de los tios quiero decir, porque tenemos tendencia a dormirnos en los laureles pensando que ya hemos conquistado a una mujer, cuando cualquier discípulo de Barry White sabe que a una mujer hay que conquistarla cada dia como si fuera el dia uno. En el momento en el que pierdes la capacidad de sorprenderla, es cuando la cosa empieza a joderse de verdad. Todos los motivos que pueda haber despues son simples consecuencias de esta causa.

Soy consciente de ello, e intento no caer en esa trampa mientras dure una relación, pero aun así a veces noto como todo esto se me escapa de las manos, que para mantener algo a flote se necesitan cuatro y yo solo tengo dos. Detesto esa sensación: me miras como si hubiera hecho algo mal, sin motivo aparente. Ayer me amabas mas que a nadie en este mundo y hoy me has cogido asco de repente. Y yo llego a la conclusión de que o bien una de las dos cosas es mentira, o bien tienes un problema mental bastante serio. En cualquier caso, lo siento mas por ti que por mi.

Llegados a este punto, solo me queda pasar de la entrega incondicional a la condicional y decirte que si tienes algún problema conmigo intentes explicarme cual es y así a lo mejor podemos solucionarlo. Que si necesitas algo de mi, ya sabes donde encontrarme. Que yo no voy a llamar mas a tu puerta para humillarme como un emisario ante un califa, ya que me has demostrado que eso es lo que vas a hacer si insisto, pero que mi puerta estará abierta para ti, las 24 horas, durante un tiempo limitado. En esta situación que tu has creado, mi entrega además de ser condicional tiene fecha de caducidad.

Cada dia que pases sin llamarme destruiré un recuerdo tuyo. Hoy una foto, mañana un mail, pasado mañana una carta. Cuando ya no me queden mas recuerdos que destruir, será como si nunca hubieras existido. No se si es una buena solución, pero me parece bastante mejor que aferrarme al recuerdo de tu incoherencia, así evitaré sorprenderme en un futuro despotricando de lo incoherentes que son las mujeres.

Que a gusto me he quedado. Tengo que hacer esto mas a menudo.


jueves, enero 13, 2005

Sampling Culture



sampler: An electronic device that makes and manipulates short digital audio recordings, often connected to a keyboard.
sample: A discrete piece of waveform data represented by a single numerical value. Sampling is the process of converting analog data to digital data by taking samples of the analog waveform at regular intervals.


Como todo hijo de vecino de mi edad, yo iba a las discos de tarde a bailar y pegarme el filetillo en la era del Ride on Time de BlackBox o el Theme for S Xpress. Han pasado una pila de años desde entonces, y todavía a veces me encuentro a gente que no tiene muy claro lo que es la música hecha con samples. Con la práctica he aprendido a definirlo muy rápido: samplear, del ingles sample (muestra), consiste en tomar una pequeña muestra de cualquier sonido y manipularla para hacer música con ella. Puedes samplear cualquier cosa: un vaso de cristal, una rana, el tráfico... aunque lo mas gracioso suele ser samplear otro disco, cuanto mas raro, mejor. En el sampling la originalidad puntúa y si alguien vuelve a samplear a James Brown para poner Guiropas sobre una base de hip-hop con sirenas de fondo es muy probable que acabe muriendo lenta y dolorosamente con su sampler introducido en el recto. sin embargo, quien descubre otro tema extraño y antiguo que queda bien una vez sampleado, entra en el olimpo del sampling y se sienta a la diestra de Norman Cook.

El sampling es toda una cultura, y los autores deberían ser menos reacios a ella. A veces a través de un sample descubres una canción o incluso un grupo, lo cual suele ser mejor que oir primero la canción y luego el sample, o incluso peor: oir otra vez el mismo sample de la misma canción. Originalidad en el plagio, joder.

Un verdadero artista del sampling es capaz de crear una canción nueva a partir de los samples de otras. Si contiene demasiados elementos de la canción original ya no es sampling, en el mejor de los casos sería un remix. Desde el hip hop al techno pasando por el jungle o el house, todos los estilos de la música electrónica tienen una vertiente mas samplística. Samplear es como cocinar con las sobras de ayer: nadie le da demasiado mérito, pero se pueden hacer cosas realmente buenas.

La historia del sampling está llena de anécdotas y leyendas. He oido por ahí que hay un tiempo máximo permitido por la ley, y que si grabas un disco con un sample de menos de medio segundo el autor no puede demandarte. Esta duración legal del sample va encogiendo con el tiempo y cada vez es menos lo que la ley te permite samplear, por eso los discos cada vez tienen samples mas cortos que se repiten mas veces... hay que recomocer que como leyenda urbana, está currada

Otra, y esta parece que es cierta, recae sobre el mencionado Ride on Time de Black Box. Según se dice, a Dan Hartman -el productor del tema Original, Love Sensation de Loleatta Holloway- le hizo tanta gracia que unos italianos le sampleasen tan descaradamente que no los demandó por ello. Lo cierto es que con Relight my Fire han hecho cosas mucho peores... y sin samplear, total para joder una canción es suficiente con versionarla.

Otro sample legendario fue el de I've got the Power de Snap, tanto, que poca gente sabe que es de un disco de Jocelyn Brown, el cual guardo en la estantería para sorprender a la gente que viene a casa a fumar hierba y escuchar música. Hay pocos samples famosos, pero los que lo son, superan en fama al tema original.

Estos y los de Bomb the Bass, S Xpress o Coldcut fueron los primeros samples que reconocía de otros discos, y con los años fuí reconociendo mas y mas samples hasta llegar al punto actual, en el que reconoces samples en todas partes. Estás bailando algo que te suena y te das cuenta de que es un sample de Stevie Wonder, o te cuelan un trozo de Maceo Parker sampleado en un anuncio de coches. Comprendí que el sampling se había transformado de fenómeno en cultura cuando me sorprendí hablando con alguien sobre si You don't Know me de Armand Van Helden estaba hecha con un sample. No lo estaba, pero mucha gente creía que si.

Pero los tiempos del sampling no siempre fueron tan sofisticados como los de Bob Sinclair, ni tan artísticos como los de Public Enemy. Al principio, como con todas las novedades, se utilizaba para hacer el chorra: tocar tonadillas ratoneras con ladridos de perro, poner sirenas de fondo, hacer refritos que suenen a ni-ni-ni-ni-nineteen y poca cosa mas... bueno, en españa además se utilizaban para samplear cosas de la tele, ponerlas sobre una musiketa de radiofórmula y venderlo todo con una palabra cualquiera y la coletilla mix. Aqui llegamos tarde a todo, pero nos gusta caer siempre un poco mas bajo

Una vez un abuelete ex-hippy me habló de Janis Joplin y de cuando la escuchaban yendo de LSD. Le respondí que yo había bailado un sample de ese disco yendo de MDMA... Cada generación tiene sus costumbres, oiga.

¿Somos acaso la generación del sampling? Puede que si. Como en el sampling, quizá intentamos coger unas muestras de lo mejor de cada generación anterior para adaptarlas a nuestras tendencias. no se si será cierto, pero al menos suena bien. Es sampleable.

sábado, enero 08, 2005

Sex Shop + THC

Empezar el año poniéndose hasta el culo de THC es una buena forma de empezar el año... o al menos es una forma tan buena como cualquier otra, pero como vas colocao te parece la mejor de todas. El año empezó en Madrid, en el piso de un amigo en el que se había celebrado la fiesta de fin de año la noche anterior y, para empezar bien el año, lo primero que nos hicimos para desayunar fue un porrito de superskunk. El desayuno de los campeones.

Pero para contar esta tontería necesito que hagamos un salto en el tiempo y retrocedamos a 1997, mientras intentamos situarnos en el Sex-Shop de Enrique Granados (bcn), en la terraza de un bar cercano me encontré con una ex-algo mía que estaba tomándose algo con su novio de entonces en la mesa de al lado. Debían ser las 6 o las 7 de la tarde de un sábado, y yo estaba con mis amiguetes tomando chupitos bizarros e intentando organizar un poco lo que iba a ser esa noche. Ella se acercó a saludarnos. El novio no, el novio se quedó en la mesa de al lado, esperando con ojos de ternero degollao a que su churri volviese. Pero por alguna extraña circunstancia, habíamos creado un ambiente de tontería y cachondeo de lo mas agradable y se lo estaba pasando bien al saludarnos, de modo que decidió sentarse en nuestra mesa y decirle a su churri "espera un momento, que ahora voy".

La situación era tan incómoda como surrealista. Allí estaba yo, hablando de posturas para follar de pie con una ex-algo mientras su novio actual nos oia perfectamente pero hacía como que nos ignoraba. Hay que reconocer que la tía lo tenía dominado, cuando ya llevaba mas de media hora con nosotros el pobre hizo un amago de venir a buscarla. Un amago abortado tajantemente con un "¿me puedes dejar en paz, que estoy hablando con unos colegas?", y el tipo se dio media vuelta y volvió a sentarse en su mesa. Yo flipaba.

Llegados a un punto, la conversación empezó a adentrarse en el apasionante mundo de los vibradores, y entonces reparamos en que teníamos un flamante sex-shop en nuestras narices al que podíamos entrar. "¿vamos al sex-shop a mirar dildos?" se le ocurrió a ella solita, y yo pensaba que era de boquilla y que no se iba a atrever a entrar conmigo en un sex-shop estando su novio delante y con el rebote que estaba cogiendo el chaval.

Sin decir ni media palabra al novio, se levantó de la silla, cruzamos la calle y nos metimos en el sex-shop, en el que había un un señor de unos cincuenta años a cargo del negocio con pinta de haber mariposeado mucho en esta vida. Ni nos entretuvimos en mirar lo que había en las estanterías, nos fuimos directamente al mostrador. "¿en que puedo ayudarles?", "Estamos mirando un consolador para ella". Con naturalidad, entramos como una acaramelada parejita mas, de las que pasan la tarde del sábado mirando consoladores y bolas chinas para usar esa noche. Primero nos sacó unos dildos normales, que ella miraba con indiferencia, de modo que le pedimos algo mas extremo, mas grande. Entonces sacó la artillería pesada y vi como se le encendían los ojos. Cogió un modelo Polo de Chocolate de Shaquille O'Neal talla XXL y lo acarició con lujuria mientras yo le preguntaba "Cariño ¿tu crees que te entrará?". ella contestó con la voz casi entrecortada "Si me abro bien, si. Vale la pena hacer un esfuerzo".

Obviamente, no compramos nada, aunque por un momento creí que ella iba a sacar la tarjeta y llevarse a Shaq a casa. Yo era jovencito e insolvente, pero si me hubiera llegado el presupuesto se lo habría regalado. Daba gusto verla tan feliz sujetando el pollón de caballo, me pregunto que debió ver en mi cuando nos liamos, si soy un tio de talla mas o menos normalita y parece que le iban los fenómenos de feria.

Al salir, el novio seguía allí, en la misma silla, con una cocacola nueva y poniendo cara de voy a hacer como que no me importa o que no me he dado cuenta. Me supo un poco mal por él, la verdad, pero tampoco demasiado. Desde entonces, no puedo entrar en un sex-shop sin acordarme de esta situación absurda y que me de la risa.



Ahora volvamos a Madrid, y volvamos a situarnos en el principio de 2005. A lo surrealista de la situción de ir a mirar dildos, añádele el hecho de ir a mirarlos en un momento mariguano, cuando vas hasta el culo de THC y no tienes nada mejor que hacer que meterte en un sex-shop a pasar la tarde en una ciudad que no conoces. A esto añádele el estar en compañía de gente como este señor (que también comenta la experiencia en su weblog) y ya tenemos el descojone asegurado. La primera ya nos la encontramos antes de entrar, cuando vemos el cartel en la puerta que avisa de que:

AVISO
Este local contiene imágenes y objetos que podrían herir su sensibilidad

Coño!! a eso hemos venido, de lo contrario nos sentiríamos defraudados. No venimos a buscar muñecas hinchables made in china para una despedida de soltero, venimos a ver si nos sorprenden.

Tras una leve inspección a la estantería de las bolas chinas, y tras constatar que las hay finas, gruesas, lisas, rugosas, de plástico, de metal, de cerámica, con relieve, ligeras y pesadas, mas cualquier combinación de estos factores que se te pueda ocurrir, pasamos a la sección de pollas de goma para comprobar que hay incluso modelos circuncidados y sin circuncidar o que las películas porno de gays también tienen la sinopsis del argumento explicada en la parte de atrás del DVD, como se desprende de la contraportada de la boda de mi mejor amigo:

Johnny se casa mañana, pero él está mas interesado en los amigos de su novia que en casarse. Sin que ella le descubra, intentará follárselos a todos.

Hasta ahí, bien, no deja de ser divertido pero todavía no han logrado sorprendernos. El delirio empieza al fondo de la tienda, donde hay una inflatable fucking doll con kit de vaginas intercambiables que cuesta 800€, es decir, unos 135 talegos de los de antes. Lo cual hace que uno se pregunte si no sale mas a cuenta pagar por una puta de lujo una sola vez y pasar una sola noche que recuerdes mientras vivas en vez de gastarse tanto dinero en algo que -digo yo- en algún momento te tienes que dar cuenta de que te estás follando a una muñeca y tu autoestima debe caer en picado.

De todos modos, esta es la mas cara de la tienda y la oferta abarca desde las peponas típicas que tienen la boca abierta y un estropajo en la cabeza hasta unas que llevan en la caja la foto de una pornstar de verdad con nombre propio. Aqui ya empecé a flipar un poco, pero aun no habíamos hecho mas que rascar el barniz del bizarrismo sexual. Alguien me enseña la carátula de Mujeres con la regla: Period Fucking II y de ahí pasamos a una entrañable comedia de fisfukin familiar con Mi mamá me mete el puño. Parece sacado de una coña, pero es de verdad. Existe una película de incesto y puños ¿como no se nos había ocurrido antes?.

Cuando empezamos a darnos cuenta de que nos pueden echar de la tienda -y con razón- por causa del descojone que llevamos, la inercia nos lleva a la estantería de ancianos, de la que resaltaré el título La abuela es una puta en cuya portada aparece una señora octogenaria sonriente en bolas y una polla con una dentadura postiza colgando. El colofón lo pone la sección de zoofilia y el título "La oveja me la pone tiesa", que tiene toda la pinta de haber sido rodada en un establo.

Salimos del Sex-Shop secándonos las lagrimillas de los ojos y pensando en si habría alguna aberración que se nos pasase por la cabeza que no se haya rodado en vídeo o que no haya alguien que la esté rodando en este mismo momento. La realidad siempre supera a la ficción, de modo que es muy probable que ya estén preparando un nuevo casting de mutilados para el rodaje de "Muñones Folladores III" o una película de nazis amantes del fisfuckin y perros que les echen mojones en la boca... ¿porque no?

Lo próximo en nuestro caso puede ser cogernos un ciego de AK47 y en pleno subidón meternos en un Peep-Show del paralelo, eso si que tiene que ser flipante

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