Egocéntrico Paranoide

La Rambla -o las Ramblas, depende del contexto- es una serie de paseos construidos sobre el antiguo cauce de un arroyo y su desembocadura al mar. Esto no deja de ser paradójico, porque despues de esto nunca ha dejado de estar llena de gente del arroyo, en el sentido mas literal de la expresión. Manguis, carteristas, yonkis, trileros, camelleo, prostitución, travelakos, contrabando... lo mas selecto de la fauna canallesca deambula por las Ramblas 24 horas al dia. Son parte de ellas, parte de su historia y de su carácter.

El contraste habitual de esta ciudad parece seguir la corriente del arroyo y los extremos vienen a desembocar aqui. La alta sociedad que viene al Liceo y el marginal que intenta hacerse el bolso de un turista se cruzan en el mismo semáforo y se ignoran. En las ramblas todo es muy peculiar, muy sui generis, muy de la rambla. Como si no pudiera concebirse en otro lugar. En 20 metros de Rambla puedes encontrar flores, artistas callejeros, aves exóticas, tabaco de Andorra, un tipo haciendo la estatua, marineritos paseando con el traje de popeye, putas viejas que te paran y te dicen que te subas a la pensión, viejos verdes rondando, un yonki que se cae mientras camina, todo un autocar de jubilados holandeses ocupando una terraza, el típico kiosko gigante de la rambla con medio escaparate de prensa internacional y otro medio de pornografía variada, shawarma a precios prohibitivos, un colgao hablando solo... pero no te bajes demasiado la guardia mientras miras todo eso, en un descuido tu cartera podría volar.

Exceptuando las franquicias, que son asquerosamente iguales en todas partes, cualquier otro local de las ramblas tiene sabor a ramblas: la Boquería es un mercado peculiar donde puedes encontrar hormigas garrapiñadas en un puesto guineano al lado de un puesto de jamones de Teruel de-toda-la-vida, los restaurantes que el mercado tiene detrás son tan especiales como caros, la tienda de instrumentos musicales (casa Beethoven) es tan peculiar como arcaica y se pueden encontrar partituras amarillentas impresas en los años 30, incluso el choriceo de las Ramblas es el choriceo que ha inspirado las historias de Pepe Carvalho y la prostitución ha inspirado canciones como aquella de la Negra Flor.

Y cuando crees que ya has visto bastante, cada esquina de las Ramblas te lleva a una calle que aplica el estilo Ramblesco a su manera. Ferrán es ramblera y comercial, el Carme es ramblera y hostelera, Escudillers es ramblera y fashion. Nou de la Rambla es ramblera -claro- y canalla, con el agravante de que encima te lleva al paralelo y al ir te cruzas con Maki Navaja y al volver con Sara Montiel llena de plumas... y la plaça Reial... la plaça Reial me la dejo para un dia que tenga bastante tiempo, que merece un capítulo aparte.