Egocéntrico Paranoide

Incognito es uno de mis grupos favoritos desde hace mas de 10 años y uno de los pocos iconos del funk actual. Es uno de esos grupos de los que me gusta tenerlo todo, y tenerlo original, así que el sábado fuí a comprarme el último disco, sin haberlo escuchado antes. Desde 100º and rising me los compro a ciegas y nunca me han defraudado, al menos musicalmente, puede haber sorpresas en un disco nuevo -como cuando incluyeron a Kelly Sae en la nómina de cantantes invitadas, que fue un puntazo- pero siempre suena a Bluey, a Incognito, a jazzfunk del bueno, de pata negra.

De modo que llego a casa con mi CD recién desprecintado -que llevo la tira de años comprando discos y todavía me hace ilusión sacarles el celofán-, enciendo el ordenador y ¿con que me encuentro? con que de entrada no puedo oirlo porque tiene esa mierda del copy-protect que hace que no puedas ponerlo en un ordenador, o al menos que no puedas ponerlo fácilmente.

Respiro hondo, me cago en la puta madre de la SGAE, de los editores y de los putos ejecutivillos que hacen que sea difícil escuchar un buen disco aunque lo acabes de pagar religiosamente... ¿sabes lo que he hecho? de entrada me he hecho una copia, que yo el copy-protect me lo paso por el forro, lo he pasado todo a mp3 y lo he puesto en la mula. Y para rematar la faena me he ido hoy a la FNAC y lo he cambiado por otro disco diferente, asegurándome antes de llevármelo de que no está "protegido" para prevenir que pueda hacer copias y revenderlas o -ya de paso- que no pueda escucharlo en mi ordenador, ni en el del trabajo ni en mi mp3 portátil. ¡a tomar por culo!

Pensarás que soy un extremista, pero lo que estoy haciendo es defenderme como puedo. Que no te engañen: El copyright no contempla la copia privada. El copyright no se pensó en ningún momento como una ley para proteger a los editores de los usuarios, sino a los autores de los editores. Cuando compras un disco, tienes derecho a escucharlo en un ordenador, a grabártelo en una cinta, a pasarlo a mp3 y a hacer lo que te salga de tus partes con él, que para eso lo has pagado.

El copyright ha sido secuestrado por los editores

El copyright se ideó en la época de la imprenta para proteger a los autores ante el hecho de que un tercero pudiera editar su obra y revenderla sin su permiso. Así de simple: se creó para proteger a los autores frente a los abusos de los editores. Por eso no contempla la copia privada, porque de lo que previene es de la duplicación industrial sin declarar.

Pero los tiempos han cambiado y los editores, sobretodo los de música, han sabido manejar esta ley hasta el punto de darle la vuelta y ponerla a su favor. El copyright pertenece al autor, pero para poder editar su obra tiene que ceder un tanto por ciento a la editorial, la cual licencia la obra a una compañía discográfica que se queda con un tanto por ciento adicional. Para gestionar el cobro de derechos existen las sociedades de extors... estooo... de gestión de derechos, las cuales ¿a que no sabes que hacen? se quedan con un tanto por ciento del copyright por adelantado.

Los autores pueden negarse a esto, claro, siempre y cuando se conformen con tocar en el metro... y como a la fuerza ahorcan, a base de no tener otra salida han tenido que pasar por el tubo. Incluso los que se autoeditan dependen de una editorial y de la famosa empresa de gestión de derechos, sin la cual no tienes acceso a distribución. Así están las cosas: lo que se inventó para proteger al autor ahora beneficia al editor.

Si quieres comprobarlo, coge cualquiera de tus discos y mira lo que pone detrás: no pone (c) Jamiroquai sino (c) Sony Music entertainment. El copyright pertenece al autor, pero está obligado a cedérselo al editor de por vida.

Ese porcentaje, que puede llegar a inflarse hasta un 90% en muchos casos no es para la presente edición, sino de por vida y durante toda la duración de vigencia del copyright. De modo que la mayor parte del pastel se reparte entre intermediarios, que son esos que luego van acusando a la gente de robar a los autores ¿robar a los autores? ahora solo falta que venga tu madre, me acuse de prostituirme y ya tenemos el mundo al revés completo, porque hace falta ser muy hijo de puta para robar a los autores de verdad y encima ir acusando por ahí al chavalín que se piratea un disco por internet.

Si compro un disco y no puedo escucharlo sin hacer nada mas que darle al play, he comprado un producto defectuoso. Y si encima pretenden decirme que lo han puesto por si hago copias me siento insultado. Un puto intermediario extorsionista al que -encima- estoy financiando no tiene ningún derecho a acusarme de nada, bastante suerte tiene con poder vivir del trabajo de otros como para encima ir buscando pelea entre sus propios clientes.


Este cartel está un poco visto, pero sigue siendo muy bueno.

Llegados a este punto deberíamos pararles, y deberíamos hacerlo ya porque se están organizando para ejercer todo el control que puedan sobre ti: libros electrónicos que tendrás que volver a pagar si quieres releerlos y que, por supuesto, no podrás prestar ni revender, películas con permisos para reproducirse un número limitado de veces, ordenadores "chivatos" que avisan de contenido "ilegal", música con fecha de caducidad.... el cliente es culpable, de forma preventiva.

¿te parece algo muy lejano? ya se están modificando algunas leyes para que se ajusten a este modelo. Ahora parece imposible que puedan controlar quien pirate y quien no y una ley restrictiva al respecto no impresiona mucho, pero no están haciendo nada mas que allanarse el terreno de cara al próximo formato.

Si la memoria te alcanza hasta los tiempos del vinilo recordarás que un disco costaba tres veces menos dinero, a pesar de que su fabricación fuera entre cuatro y diez veces mas cara. Pensábamos que nadie se iba a pasar al CD, que nos parecía desorbitádamente caro, pero a base de dejar de fabricar y de distribuir vinilos no nos ha quedado otro remedio que pagar el triple -como poco- por lo mismo... y encima en un soporte mas barato.

Ahora están perfeccionando la jugada, dentro de cinco años tu colección de CDs será una rareza como la mía de LPs. Incluso tus flamantes DVDs tienen los dias contados. El próximo paso son los reproductores "chivatos" con códigos de autenticidad y certificados digitales que avisen cuando introduces una copia(1). Puedes pensar que no lo comprarás pero ¿que sucederá si no se fabrican otros reproductores? ¿y si todos los ordenadores a partir de una determinada fecha exigen por hardware conectarse al sitio del fabricante para iniciar el sistema operativo? ¿y si no puedes releer un libro sin volver a pagar la licencia?

El copyright se ideó para controlar a los editores, no para que los editores te controlen a ti. No nos conviene olvidar este detalle.

(1) Si no te lo crees, busca "Microsoft Palladium" o "Digital Rights management" en Google y dedícate a leer un rato... el futuro ya está aqui.